28-08-2018

Se acercan los exámenes y solo de pensarlo se te hace un nudo en el estómago. Tu mente va a mil por hora, no puedes dormir por la noche, te cuesta concentrarte… Y todo esto hace que te creas incapaz de aprobar estos exámenes. Mantén la calma. Eso que estás sufriendo es más común de lo que crees y se llama nervios o ansiedad. En este artículo te vamos a dar algunos consejos para reducir los nervios o la ansiedad antes de los exámenes.

Los últimos días antes de los exámenes son días en los que toman especial protagonismo los miedos y las inseguridades. Nos vienen pensamientos a la cabeza como: no estoy suficientemente preparado, he perdido el tiempo, no voy a ser capaz, etc. No te preocupes, son síntomas de que estás pasando por un momento de estrés y es algo muy común entre los estudiantes cuando se aproximan los exámenes.

Tener ansiedad o estar nervioso los días previos a los exámenes es bastante normal. Estos nervios se pueden manifestar de diferentes formas: hay personas a las que les da por comer, a otras se les cierra el estómago, hay a quién le da migrañas, casi todos pierden la capacidad de concentración, algunos no pueden dormir, incluso pueden hacerte sufrir mareos, vértigos, vómitos… ¡Qué forma de pasarlo mal!

Todos estos síntomas son muy comunes en periodos de estrés y hoy vamos a darte algunas herramientas que te ayudarán a aprovechar esos nervios o ansiedad a tu favor. Y es que el estrés, cuando sabes cómo manejarlo, incluso puede ser bueno, ya que en pequeñas dosis mejora tu concentración, te hace estar más alerta y te permite ser más receptivo frente a los estímulos externos.

Consejos para combatir los nervios antes de los exámenes

Establece unos horarios fijos los días previos al examen

Es muy importante que en estos momentos lleves una rutina muy marcada. Piensa que ahora tu mente y tu cuerpo soportan unos niveles altos de ansiedad, así que es mejor que no añadamos más incertidumbre a nuestra vida.

Durante estos días, es recomendable que lleves unos horarios bien definidos y fijos, que deberás intentar no modificar. Estos horarios generarán una sensación de seguridad en tu cerebro, que te ayudará a reducir tus nervios, lo cual facilitará la asimilación de contenidos y mejorará tu capacidad de concentración.

No lo dejes todo para última hora

Una de las cosas que generan más estrés es el pensar que no te queda mucho por estudiar y no vas a tener tiempo suficiente. Reducir los nervios provocados por la falta de tiempo está en tu mano. Intenta organizarte con tiempo suficiente para que no te pille el toro cuando se acerque la fecha del examen. No lo dejes todo para los últimos días.

Planifica el estudio con suficiente tiempo de antelación. Estudia el grueso del contenido poco a poco y con tiempo. Utiliza los últimos días para repasar conceptos concretos y memorizar esas cosas sencillas que tal vez dejaste para el final. Esto te ayudará a minimizar los nervios y, sobre todo, a mejorar tus resultados.

Lleva una vida sana y equilibrada

Estar pasando por un momento de ansiedad consume muchos recursos tanto a nivel físico como mental, por lo que es importante que durante este tiempo te cuides un poco más.

El cerebro consume muchísima energía durante los periodos de exámenes y necesita unos nutrientes extra, por lo que es muy importante llevar una dieta equilibrada durante estos últimos días.

Por mucho que te apetezcan, olvídate de salsas pesadas, chucherías y chocolates. Ahora mismo lo que necesitas son alimentos frescos como pescado, verduras, fruta… No hagas comidas copiosas ni con mucha grasa. Cambia tus dos comidas fuertes al día por tres ligeras y algún tentempié sano.

Pasa del alcohol y de los estimulantes tipo café, té o bebidas energizantes. Nada de fármacos para la ansiedad o para estimular.

Si necesitas estimularte, sal y haz algo de deporte. No es necesario que prepares un triatlón, un simple paseo a buen ritmo te despejará y además tendrá la capacidad de darte un chute de endorfinas que te ayudarán a continuar con el estudio y rendir más.

Duerme bien y al menos 7 u 8 horas al día. Debes pensar que ahora mismo estás soportando más desgaste de lo habitual, por lo que necesitas dormir un poco más. Para poder concentrarte es indispensable que tu cuerpo y tu mente descansen lo necesario, si no, difícilmente vas a poder memorizar la información que necesitas para tus exámenes.

Rodéate de gente positiva los días previos a los exámenes.

Durante la última etapa, antes de los exámenes, evita quedar con aquellas personas o grupos de personas que sabes que transmiten inseguridad o negatividad. Estos sentimientos son altamente contagiosos y debes evitar añadir más nervios o ansiedad a tu vida en estos momentos.

Intenta rodearte de gente positiva, porque la positividad también se contagia. Las personas somos como esponjas emocionales. Somos empáticos por naturaleza, y esto hace que sintamos la energía que nos transmite la persona que tenemos cerca. ¿Nunca te ha pasado que te pones a llorar cuando muere el protagonista de una película? Pues con las personas positivas o negativas pasa lo mismo.

Si estos días sales con alguien feliz y seguro, esta persona será capaz de transmitirte su energía positiva. Esta positividad logrará que transformes tu inseguridad en confianza en ti mismo y te verás capaz de conseguir lo que te propongas.

Prueba a incorporar ejercicios de relajación a tu rutina

Puede que no te apetezca mucho o que no creas en sus posibles beneficios, pero tampoco pierdes nada por probar, ¿verdad?

Las hormonas que libera el cerebro en momentos de ansiedad elevada hace que nos cueste muchísimo concentrarnos, por lo que este tipo de ejercicios de relajación pueden ser muy beneficiosas a la hora de estudiar en estos días intensos. Piensa que si cada vez más universidades están recomendando y enseñando a sus alumnos a practicar ejercicios de relajación en época de exámenes es porque funcionan.

Hay ejercicios de todo tipo, desde respiraciones pausadas a determinadas posturas. Busca y practica alguna de las alternativas que hay para relajarte y verás el efecto que causa en ti, física y mentalmente. Yoga, Tai Chi, Risoterapia, Relajación Programada de Jacobson…

El abanico es muy amplio, por lo que seguro que encuentras algún ejercicio que se adapte a ti. Inténtalo y quien sabe, tal vez te guste tanto que puede que lo incorpores de forma habitual a tu rutina de estudio.

Ten confianza en ti mismo

Seguro que estás pasando unos momentos en los que crees que no recuerdas nada, que no vas a poder hacerlo. No te preocupes porque esto le sucede a la mayoría de estudiantes en los días previos a los exámenes.

Tranquilízate. Esos pensamientos no deben campar a sus anchas por tu mente porque lo único que hacen es aumentar tus nervios y bajar tu autoestima.

Por supuesto que puedes hacerlo. Ya lo has hecho antes. Lo hacen todos, y tú no eres menos. Si los demás lo consiguen tú también lo harás, seguro. Pero tienes que ser capaz de creértelo. Tú puedes ser tu mejor aliado o tu peor enemigo. Piensa en positivo.

Ponte pequeñas metas a diario que te resultarán más fácil de conseguir y verás cómo, conforme las vayas logrando, aumentará exponencialmente tu autoestima y confianza.

No tengas miedo. No dejes que tu mente te juegue una mala pasada y te llene de pensamientos negativos.

Relativiza la situación y sé objetivo

Piénsalo fríamente. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿No aprobar un examen va a poder contigo? ¿Acaso es la última oportunidad que tendrás en tu vida?

No te estamos diciendo que seas una persona conformista. Si has llegado hasta aquí es porque no lo eres y quieres mejorar profesional y personalmente, pero seguro que no se va a acabar el mundo si tienes que presentarte en la siguiente convocatoria, ¿no te parece?

No anticipes cosas que no sabes si se van a producir. ¿Nunca has pasado días de nervios y te has agobiado por algo que cuando ha pasado el tiempo te has dado cuenta que era una tontería? Ahora preocúpate por hacer las cosas bien, por estudiar lo que puedas e intentar hacerlo lo mejor posible. Tal vez te estás preocupando por nada, ¿no te parece?

No te dejes vencer por la situación que estás viviendo. Has hecho todo lo que has podido y ahora solamente queda el examen. Si apruebas es estupendo, tus esfuerzos han dado sus frutos, pero si no apruebas no pasa nada. En la siguiente convocatoria ya sabrás a qué te expones y te lo verás hecho.

Verás cómo, el simple hecho de pensarlo objetivamente, te ayudará a reducir la presión que soportas y, a su vez, te va a permitirá dar lo mejor de ti estos últimos días.

No elimines de tu agenda las cosas que te gusta hacer

Uno de los errores que comenten muchos estudiantes cuando se acercan los exámenes es apartar de su vida todo aquello que no sea el estudio. Esto es un gran error. Debes reservar parte de tu tiempo para seguir haciendo las cosas que te gustan y te hacen sentir bien, ya que estas actividades te proporcionan cierta estabilidad emocional y te permiten despejarte durante un tiempo.

Una charla con amigos o un paseo con tu perro te permiten despejarte y centrarte en algo diferente del estudio, además de ejercer un efecto terapéutico. No hay nada peor que aislarse del mundo estos días. Continuar con algunas actividades de ocio que te gusten te permitirá tener los pies en el suelo, liberar endorfinas y despejarte para poder retomar los libros con más fuerza.

¿Cómo reducir los nervios el día del examen?

Ya ha llegado el día que te daba tanto miedo y ahora no sabes muy bien cómo actuar. ¿Me levanto pronto y estudio? ¿Y si me paso la noche previa al examen estudiando las últimas lecciones que no he podido ver antes? ¿Me tomo un par de cafés para estar bien despejado y voy directo al examen?

Es muy importante que este día mantengas la calma para que no te quedes en blanco cuando comience el examen. Para ello debes evitar añadir más ansiedad a la situación que estás viviendo. ¿Cómo? Tendiendo en cuenta unos simples consejos que te ayudarán a controlar los nervios en este día.

Ten todo previsto y preparado el día de antes

El día antes haz una lista de todo lo que vas a necesitar durante el día del examen, desde un lápiz hasta una barrita energética. A veces, en situaciones de estrés entramos en pánico por las cosas más nimias, así que vamos a evitarlo teniendo todo bajo control.

No estudies antes de entrar al examen

Estudiar o repasar en el último momento solamente sirve para confundirte y ponerte más nervioso. Lo que tenías que aprender ya lo has aprendido y si no es así, no pasa nada. Puede que eso que tanto te preocupa no saber ni siquiera entre en el examen, pero si entra, seguro que no va a ser la única pregunta que puntúe, ¿verdad?

No te centres en lo que desconoces, centra tus pensamientos en todo lo que sí sabes y tienes claro. Esto te dará confianza cuando estés en la prueba.

Llega al examen con tiempo suficiente

¿Quieres llegar al examen con un plus de nervios por perder el autobús o coger un atasco en el último momento? Ese día, levántate pronto, date una ducha, desayuna tranquilamente y sal pronto de casa para asegurarte llegar con tiempo suficiente al examen.

¿Te preocupa qué hacer si llegas pronto? Una vez que estés allí intenta aislarte del resto de estudiantes y pasea, escucha música, lee una revista. En definitiva, haz algo que te distraiga y que te ayude a relajar la tensión que estás viviendo.

Piensa en positivo

Elimina de tu mente los pensamientos negativos. Puedes hacerlo, eres capaz de lograr todo lo que te propongas. Estás preparado, verás cómo todo será más sencillo de lo que piensas.

Si no has podido dedicarle el tiempo que necesitaba, no te atormentes ahora, no es el momento. Piensa en positivo y centra tu energía en hacerlo lo mejor posible cuando tengas delante el examen. Verás cómo, si controlas la ansiedad del momento, eres capaz de hacer una prueba mucho mejor de lo que en principio pensabas.

Lee bien los enunciados del examen

Te sorprenderías si supieras la cantidad de exámenes que se suspenden en cada convocatoria por no leer correctamente los enunciados de las preguntas. Párate y lee bien antes de responder. No hay prisa, tienes el tiempo suficiente para responder a todas las preguntas de la prueba.

Lee, piensa la respuesta, vuelve a leer y contesta. Intenta no tener que cambiar respuestas en el último minuto por no haber leído correctamente la pregunta desde el principio.

Prepárate una recompensa inmediatamente después del examen

Queda con tus amigos, ve a la playa, compra esos zapatos que tanto te gustan…Prepara de antemano una pequeña recompensa para ese día. Haz que sea algo especial, alguna cosa que te gustaría haber hecho hace tiempo.

Tener prevista una actividad que te guste mucho te ayudará a dar todo en esos momentos de tensión, al saber que vas a obtener una merecida recompensa justo después.

No comentes con los demás alumnos cómo ha ido el examen

Esto solamente hará que comiences a tener dudas sobre cómo has llevado a cabo la prueba. Como dijo Julio César, Alea Iacta Est, la suerte está echada.

Ya ha terminado todo y no sirve de nada el generarte más ansiedad. Ya ha pasado. Si has fallado en esa respuesta no vas a poder hacer nada. ¿Acaso vas a ganar algo, aparte de nervios, por saber tras el examen que has fallado en esa pregunta?

Ahora solamente hay que relajarse y recuperar fuerzas, que han sido unos días muy duros.

Controlar los nervios antes de los exámenes depende de ti

Sabemos que has estado preparando el examen durante mucho tiempo. Que has puesto mucho esfuerzo y ganas en esto, y por eso es tan importante que no te dejes vencer por la situación.

Si pones en práctica estos consejos y mantienes la calma en estos días verás cómo, cuando llegue el momento, serás capaz de recordar cosas que que pensabas que ya no estaban en tu mente.

No tengas miedo, tú puedes hacerlo. Tienes los conocimientos que necesitas, la fuerza para lograr mantenerte positivo estos días y las ganas de mejorar, así que confía en ti mismo.

Eres capaz de lograrlo y estás a un paso de conseguirlo. Y si no lo consigues, no te preocupes. Si lo piensas con perspectiva verás que no se acaba el mundo. Además, cuando llegue la siguiente convocatoria habrás aprendido de los errores cometidos y ya sabrás a qué te expones, por lo que no tendrás la ansiedad o el miedo a lo que te vas a encontrar de la primera vez.

Mantén la calma, respira hondo y cuando entres al examen, cree en ti, en que vas a aprobar. Verás como cuando estas tranquilo y tienes confianza en ti mismo, las preguntas son más fáciles y surgen las respuestas como si nada. ¡¡Mucha suerte!!